El martes 23 de junio Colegio Mayor Tobalaba realizó una nueva videoconferencia para analizar cómo abordar los principales aspectos educacionales que se verán afectados a raíz de la pandemia y de la necesidad de trasladar la educación al modo virtual. La invitada de esta semana fue la Directora Ejecutiva de Educación 2020, Alejandra Arratia, quien conversó con los participantes sobre “Educar en tiempos de pandemia”.
Alejandra Arratia es psicóloga de la Universidad Católica y Doctora en Educación de la Universidad de Melbourne. Se desempeñó como Coordinadora Nacional de la Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educación. El foco de la reflexión que compartió con los docentes, apoderados y estudiantes que participaron en la videoconferencia fue considerar y aprovechar la crisis derivada de la pandemia como un momento clave para aprovechar de hacer el cambio de paradigma que tanto necesita la educación en Chile.
Explicó que, incluso, dentro de todas las cosas negativas y dolorosas que ha generado el Covid en Chile y en el mundo, “la pandemia, desde el punto de vista de la educación, tiene este aspecto positivo, porque está potenciando la noción integral de aprendizaje. Nos fuerza a comprender que hay aprendizaje en muchos niveles, desde los contenidos mismos hasta lo socioemocional”. Arratia señaló que ha sido importante cómo se ha relevado el rol de los colegios y escuelas como acompañantes en el desarrollo de las emociones, que es un plano que se ha visto muy afectado por la pandemia (incertidumbre, miedo, ansiedad, pena).
Medidas adecuadas para la situación excepcional
Alejandra Arratia revisó las definiciones de políticas educativas específicas adoptadas por la autoridad para que las apliquen los colegios y escuelas en pandemia y explicó el alcance de ellas. Se han tomado decisiones respecto del aprendizaje, de la evaluación, del calendario escolar, de los recursos y condiciones para la enseñanza.
Uno de los grandes cambios que se hizo es la priorización curricular para los años 2020 y 2021. Coincidentemente, este año partía la reducción ciertos contenidos (para dar cabida a otro tipo de aprendizajes y habilidades escolares necesarias para el siglo XXI) decidida con la reforma educacional. Pero la suspensión de clases y el traslado a la modalidad virtual significó que esos contenidos ya acotados fueran nuevamente revisados y para este año se priorizara dos o tres contenidos esenciales por asignatura y un objetivo de aprendizaje. “Es una gran primera definición: el ministerio manda, junto con el Consejo Nacional de Educación un proceso de reducción curricular que deja alrededor del 40% del currículum normal. Es algo que permite sincerar que éste no va a ser un año normal”.
Otros cambios y repriorizaciones son las relacionadas con la evaluación. “Se promueve un uso formativo de la evaluación, relevando los aspectos pedagógicos por sobre los administrativos, y se elimina la repitencia automática”, explicó Arratia, “todo esto muy anclado en que debe primar no lo administrativo, sino lo pedagógico”. Junto con esto, se suspendió el Simce tal como se hacía para reemplazarlo por una medición Simce con una muestra. Arratia valoró que en el actual contexto se apunte a lo formativo, no a la nota, a la calificación, ya que esto van en la línea de lo que propone Educación 2020 hace tiempo: enfatizar el aprendizaje, la autoevaluación, la retroalimentación al estudiante sobre cómo se va avanzando más que la calificación. “El actual decreto sobre evaluación es muy explícito en decir que no se requiere de una cantidad predeterminada de notas de acuerdo a horas de Plan de estudio ni por temas administrativos. Se requiere solo una nota al final del año escolar. La cantidad de notas que decida un colegio debe estar anclada en razones pedagógicas. Eso es muy relevante en un año escolar como éste”.
Arratia enfatizó que el actual momento y la modalidad on line permiten hacer nuevos aprendizajes a los niños, niñas y jóvenes a partir de lo que está ocurriendo, que es una oportunidad para pedagogizar las emociones, avanzar en habilidades metacognitivas y aprender sobre resiliencia, entendida como la disposición a salir adelante y no darse por vencido frente a los escenarios adversos. “Se trata de las creencias sobre el propio aprendizaje. Los niños resilientes siempre tienen mejores resultados académicos”.
La Directora de Educación 2020 contó que una encuesta realizada entre 3 mil 500 estudiantes por la organización que encabeza reporta que más de la mitad de los estudiantes no tiene las condiciones de conexión internet, no tiene espacios de silencio para sus clases on line o no tiene acceso permanente a un computador. Eso es independiente de los grupos socioeconómicos. Y entre los aspectos más importantes que reveló la encuesta, entre los jóvenes estudiando en cuarentena priman las emociones negativas, con ansiedad, estrés, preocupación o el aburrimiento y la soledad.
“Esto es algo que desde la escuela y los colegios no podemos dejar de ver porque implica un desafío enorme desde la perspectiva formativa”. Por eso es que adquiere un gran peso la noción de que un colegio es una comunidad, donde ocurren muchas experiencias además del aprendizaje. “Y por eso es que la escuela, aunque los edificios estén cerrados, sigue viva y debe seguir acompañándose muy fuertemente, acompañando la enseñanza y acompañando el vínculo familia-colegio”, dijo Arratia, quien aprovechó de felicitar a Colegio Mayor por haber generado esta experiencia de vínculo a través de la secuencia de charlas on line (ésta es la tercera) como un modo de mantener y fortalecer los lazos entre el colegio, los docentes, los apoderados y los estudiantes.
Nada será lo mismo al regreso
Arratia señaló que en el actual contexto el principal desafío de los colegios es mantener el vínculo e ir monitoreando de cómo están los estudiantes y acompañar la ruta de aprendizaje porque ésta es una situación incierta que está exigiendo mucho a todos, a docentes, a las familias, a los alumnos.
En un contexto en que no se sabe cuánto durará la epidemia de Covid, ni como se desarrollará en los próximos meses, la académica se mostró partidaria de incluso trabajar con la posibilidad de no volver presencialmente en muchos meses o en todo el año, con todo lo que ello implica para la planificación escolar. “Y cuando se vuelva, hay que transparentarlo, todo va a ser distinto. No es posible volver a lo mismo. Es un escenario complejo, pero al mismo tiempo encierra una gran oportunidad: en Educación 2020 creemos que este es un espacio de tierra fértil, una enorme posibilidad privilegiada de hacer la necesaria innovación pedagógica. Vamos a tener que pensar las estrategias pedagógicas en este contexto, re-pensar la estructura de cómo se organizan la educación y la escuela”.
Arratia explicó que todo será distinto partiendo por el cuándo, los criterios de gradualidad para volver (si vuelven los más pequeños o solo los más grandes, eso está pendiente en Chile); habrá distanciamiento físico, uso de mascarillas, recreos por turnos. “Es importante irse adelantando, con tiempo y organización”, dijo la académica.
Una de las preguntas que le realizaron los participantes fue de Sofía Álvarez, representante del Centro de Alumnos acerca de qué pasará con la Prueba de Transición que reemplaza la PSU este año. Alejandra Arratia dijo que la organización que dirige, Educación 2020, se ha mostrado públicamente partidaria de dar a los estudiantes de 4° Medio la seguridad de que también los contenidos de la prueba de selección serán flexibilizados y corresponderán a los contenidos curriculares acotados que se determinaron para este año. Señaló que es aconsejable que tampoco se consideren las notas de este año para el cálculo del NEM.
También, respondiendo a la consulta del apoderado Fernando Poblete sobre la necesidad de acompañamiento emocional, reiteró que es muy importante no perder de vista que se trata de una situación tan inédita que confronta a las personas con la fragilidad y que lo crucial de toda esta crisis en los colegios es gestionar las emociones negativas y “volver a enfocarnos en una educación más humana”