El Colegio tiene el compromiso de desarrollar en todos sus integrantes, particularmente los/as estudiantes, las habilidades y competencias que les permitan convivir e integrarse a la sociedad de manera activa, desenvuelta, con un claro compromiso con el desarrollo del país fundado en el aprendizaje y el conocimiento. Consecuentemente, las experiencias educativas son diseñadas y ejecutadas de una forma consciente y precisa, respetando sus intereses y expectativas para desarrollar habilidades y conocimientos de alto nivel, así como actitudes que posibiliten una participación responsable y ética para consigo y la sociedad. Es así como el Colegio se concibe como un espacio de aprendizaje constante y continuo. Todo lo que se vive y se observa se aprende. Desde que la persona entra al colegio hasta que sale, en un día o una trayectoria, cada espacio y cada momento está diseñado para el aprendizaje y cuidado de ella, particularmente de los estudiantes, para que aprendan a convivir con otros, desarrollen habilidades, conozcan y entiendan el mundo. Lo anterior resulta fundamental para formar parte de una sociedad en continuo cambio, en donde la Inteligencia Artificial, las nuevas tecnologías y formas de relación son un desafío continuo. En este sentido, estamos ciertos de que enfrentar este desafío implica interpelar a la cultura escolar históricamente establecida, sus prácticas, representaciones y creencias que la sostienen, y desarrollar un modelo que no solo responda a esos avances, sino que, sobre todo, tenga una mirada propositiva y no meramente reactiva.