El enfoque educativo de Colegios Mayor plantea que para favorecer el aprendizaje se debe promover el uso de distintas metodologías que difieran de la forma tradicional de enseñar, estas deben ser activas para permitir al estudiante ser el principal actor y, gestar por medio de estas el interés por indagar, por reflexionar y favorecer la capacidad de proponer soluciones a diversas problemáticas.
Una metodología innovadora que facilita los aprendizajes a distancia es el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), porque promueve que los alumnos pongan en acción habilidades claves para el Siglo XXI como son la autonomía, el trabajo colaborativo, el pensamiento crítico, creatividad, ciudadanía y comunicación, para responder a un desafío real, relevante para el estudiante y su comunidad. Estas metodologías activas implican: opciones, erra y corrige en un marco de autonomía y colaboración. Un elemento fundamental es la integración del conocimiento y sobrepasar las posibilidades de las asignaturas aisladas.
La modalidad virtual se ha vuelto la principal vía para las experiencias educativas, como consecuencia de las medidas de aislamiento y distanciamiento físico decretados por las autoridades para superar la pandemia. De esta manera, las metodologías activas permiten que el estudiante sea el principal actor y responsable de su aprendizaje poniendo en acción sus habilidades para responder a un desafío real, hoy, desde un nuevo escenario, su casa.
Los estudiantes de I° y II° año medio trabajaron en su primera parte de ABP en la “Etapa Diagnóstica”, donde buscaron una problemática central que les llamara la atención, pero ésta debía ajustarse a un problema real. Luego de identificar la problemática los alumnos realizaron como producto final un diagrama llamado “Árbol del Problema”, donde en las raíces debían identificar las posibles causas que originan la problemática y sus interrelaciones. La copa del árbol identifica los posibles efectos.
Los proyectos de los niveles varían mucho en sus gustos, pasando desde abandono animal, deterioro de la salud mental, venta de juegos a menores, criptomonedas, microbasurales el ambiente marino, entre otros. Entre las habilidades implicadas están el pensamiento crítico, la ciudadanía, colaboración, creatividad y autonomía.
Ahora los estudiantes se encuentran trabajando en la segunda parte, “Etapa Diseño”, donde mediante el producto final, una infografía, describen la posible solución a su problemática. La infografía debe explicar preguntas como ¿qué queremos lograr? ¿A quiénes beneficia mi proyecto? ¿Qué materiales o recursos necesitaremos?
Al respecto al desarrollo del ABP el docente de Historia y Ciencias Sociales, Luis Maureira, señaló “En el primer trimestre se desarrolló la primera etapa de diagnóstico donde grupos formados debieron reflexionar sobre un tema de interés y formular la definición del problema e investigar las posibles causas y consecuencias generales logrando realizar un árbol de problemas, el cual debieron comunicar oral y visualmente demostrando el desempeño logrado en este primera fase. Iniciando este II trimestre se está desarrollando la segunda fase de Diseño en que cada grupo y tomando en cuenta su tema debe pensar, planificar, diseñar el producto o servicio que ayude, resuelva o aporte a la solución del problema planteado”.
Referente a los proyectos, el docente de Física, Yuri González, nos dijo, “En mi caso tengo tres proyectos que destaco. El primero abarca una problemática comunal importante como los efectos nocivos de los microbasurales en la comunidad. El segundo habla sobre el impacto de las criptomonedas en la estabilidad económica de los países, un tema interesante debido a que algunos países latinoamericanos están barajando la opción de optar por el Bitcoin (un tipo de criptomoneda) como la moneda oficial del país. Y el tercer tema tiene que ver las fuentes que impactan y dañan el ambiente marino”.