El martes 2 junio se realizó un nuevo encuentro por videoconferencia para abordar otro tema educacional de relevancia derivado de la cuarentena y el Covid 19. Esta vez el invitado fue Arnoldo Cisternas, y el tema, “Oportunidades y desafíos para una nueva educación: El Impacto de la pandemia en la cultura educativa”.
Arnoldo Cisternas es psicólogo experto en cultura organizacional y Consultor Internacional en temas de educación. Como tal, ha hecho consultorías para apoyar los cambios realizados por Colegios Mayor en los últimos años en su camino por cambiar modelos educativos. En la videoconferencia realizada el martes participaron delegados de los apoderados, del Centro de Padres, representantes de los funcionarios del Colegio Mayor Tobalaba y de los alumnos, así como la directiva del colegio.
El Covid-19 y la suspensión de clases decretada en marzo llegó para cambiarlo todo: la economía, la salud, el comercio, el tiempo en familia. También la educación. El consultor, Arnoldo Cisternas abordó con los participantes en el encuentro cómo las formas de aprendizaje, las formas de hacer docencia, la forma de relacionarse entre alumnos, profesores y apoderados, nada de aquello volverá ser lo mismo después de meses sin clases presenciales y con la educación a distancia.
Esta Videoconferencia se enmarcó dentro de las actividades que está realizando Colegios Mayor para apoyar la comunicación con los apoderados, alumnos y docentes, y para fortalecer los lazos de nuestra comunidad educativa conversando los temas y desafíos que nos plantea esta pandemia.
“El colegio dejó de tener el monopolio como lugar de aprendizaje”
“Necesitamos tener certidumbres, la cultura es algo que nos sirve para darnos certezas y creencias de estabilidad en el futuro. La certeza nos sirve para sobrevivir como humanos y es adaptativa. La cultura educacional es una de las certezas más importantes de nuestra sociedad hoy, pero esta crisis ha puesto en tensión y desafío las certezas que teníamos”, partió explicando Arnoldo Cisternas.
El expositor explicó que, en realidad, desde hacía ya un tiempo en el mundo, y también en algunos colegios en Chile -entre ellos Colegios Mayor- se estaba revisando el tradicional modelo educativo tradicional del siglo XX para lograr una educación que pueda responder a las necesidades y exigencias del siglo XXI. Pero hoy, el proceso de modernización y transformación de la educación se ha visto forzado, pero también impulsado, por el coronavirus. “Y yo quisiera compartir como se visualiza el futuro para la educación en el mundo y como es que Chile entra en este juego y también el rol muy interesante que están teniendo los Colegios Mayor en el desarrollo de la educación en Chile”, dijo Cisternas.
“Asistimos a un dramático cambio de contexto: el libre acceso al conocimiento vía internet nos va a llevar de las salas de clases y de los libros a pasar a educación en pantalla en tiempos continuos on line. El colegio dejó de tener el monopolio como lugar de aprendizaje y formador del individuo y ordenador de la vida en sociedad. La escuela necesita recomprender con urgencia su rol”, añadió. “La pandemia ha puesto en jaque muchos de los supuestos básicos sobre qué significa educar”.
La instalación de una nueva cultura de la educación supone echar abajo la cultura instalada anterior: “es necesario que desaparezcan cosas y, en este caso, debido a la pandemia y la cuarentena, desapareció el aula, dejando a padres y a veces también a profesores sin saber qué hacer para continuar con el aprendizaje de los hijos”, dijo Cisternas.
La pandemia está cambiando también el rol que juegan padres y apoderados en la educación de los hijos y probablemente esto será así para siempre. El modelo tradicional de educación tiende a mantener a los padres alejados del proceso, el colegio les informa de vez en cuando cómo marcha todo y se les entregan las calificaciones del estudiante. “Hoy la pandemia puso en cuestión cuál es el servicio que entrega el colegio, cuál es el acuerdo social hoy entre los padres en una comunidad y los educadores?”, explicó Arnoldo Cisternas. En Europa, los modelos innovativos hace tiempo que han involucrado a los padres y a los propios hijos en el diseño de sus modelos de aprendizaje. “Parecía que algo como esto nunca pasaría en Chile, pero hoy la pandemia nos ha empujado hasta allí”. Hoy, con el colegio instalado dentro de la casa, los padres cumplen casi un rol de “co docentes”.
Usar el tiempo en casa para aprender
Entre las cosas que están pasando con “el colegio está en casa”, planteó el conferencista, es que la educación ha tenido que dejar de lado el asignaturismo”. Esto ya estaba pasando en los procesos de modernización, pero ahora está instalado y la virtualidad propende a la integración de contenidos. La educación virtual y la necesaria autonomía y autodisciplina de los niños y niñas para seguir esta modalidad están favoreciendo estudiantes que son su propia autoridad, autores, de su aprendizaje, deciden si un tutorial es bueno o lo apagan si es aburrido. Respecto de esto, los docentes tienen como rol ser creadores de contextos que favorezcan el aprendizaje y los padres, tienen que entrenarse en ser capaces de apreciar y celebrar los avances y aprendizajes. El acuerdo social entre el colegio y la familia ha cambiado para siempre con la pandemia, dijo Cisternas, pero eso requiere que las familias adquieran un nuevo compromiso para ir siguiendo el avance de sus hijos.
Una de las preocupaciones adicionales, y así fue manifestado por alguno de los participantes en la videoconferencia, es qué aprenderán los niños este año, cómo cerciorarse de que aprenderán, sobre todo si no está claro cuando volverán a clases presenciales. Cisternas planteó que entre las habilidades necesarias para el siglo XXI figuran la capacidad de aprendizaje constante. “Así como antes, en el siglo XX se valoraba al estudiante sabelotodo, y si se lo sabía todo, tenía buena nota, en el siglo XXI niñas y niños tienen que ser aprendelotodo”. Las lógicas de aprendizaje repetitivo quedan obsoletas porque se basan en la obediencia y por lo tanto, no permiten la creatividad ni la colaboración que hoy son necesarias.
Por otro lado, Arnoldo Cisternas también habló a los docentes presentes en el encuentro virtual. “En este tiempo en que los educadores se relacionan con los estudiantes por internet en una escuela que tiene el arsenal de contenidos y tutoriales que tienen los Colegios Mayor, ustedes deberían orientarse al análisis y la reflexión de lo avanzado, y pueden concentrarse en que los niños conversen entre ellos sobre los contenidos. Y eso fija mejor los contenidos aprendidos. Y eso es algo en que los Colegios Mayor se adelantaron a la pandemia”.
Cerró la videoconferencia el director general de Colegios Mayor, Rodrigo Moraga, quien reiteró que el modelo educacional que Colegios Mayor venía implementando hace años, el entrenamiento de los estudiantes en el “aprender a aprender” y la experiencia de los docentes en educación virtual permite tener la certeza de que hay un aprendizaje garantizado en este año tan irregular. No obstante, llamó a estar preparados y a hacerse a la idea de educación virtual por mucho tiempo, porque incluso si el retorno al aula se concretara a fines del invierno, lo más probable es que sea intermitente, que haya nuevos brotes que obliguen a suspender clases por días o semanas y que esto sea así hasta el cierre de año.