El volcán con vinagre y bicarbonato es uno de esos experimentos que siempre apasiona a los niños. Se trata de simular una erupción volcánica aprovechando el desprendimiento de gas (dióxido de carbono, CO2), que tiene lugar en la reacción ácido-base entre el vinagre y el bicarbonato.
El dióxido de carbono, CO2, es el gas responsable de que se formen las burbujas que simulan la erupción volcánica. La reacción química acaba cuando se consumen los reactivos o al menos uno de ellos.
Es importante saber que los volcanes realmente no funcionan de esta forma, este experimento es solo una imitación visual, en la naturaleza la actividad volcánica se debe a que en el interior de la Tierra se acumulan magma, gases y otros materiales a gran presión, con el tiempo la presión aumenta hasta el punto en que se produce una erupción volcánica, y el contenido de magma y gases son expulsados con gran fuerza por la boca del volcán.
El objetivo principal en este experimento, realizado por los cuartos básicos, fue explicar los cambios de la superficie de la Tierra a partir de erupciones volcánicas.
Los alumnos diseñaron un modelo experimental, construyeron una maqueta simulando un volcán y una ciudad a sus pies para responder la siguiente pregunta:
¿Qué efectos produce una erupción volcánica en las ciudades cercanas?
En este experimento se cumplió la meta fijada, el trabajo en equipo y la sorprendente reacción utilizando solo materiales caseros y sin ningún peligro para ellos.