Los seres humanos somos seres sociales que nos vemos impactados por el ambiente y viceversa. Las condiciones ambientales, la salud y los estados emocionales se encuentran estrechamente relacionados con el aprendizaje. Lo que pasa en el mundo global se ve reflejado en el mundo escolar.
Marzo 2022 ha sido un gran desafío para las familias chilenas y para el reingreso a los colegios. Dos años de pandemia- con el temor al COVID-19, confinamiento, crisis laborales, readecuaciones en la organización familiar, tensiones económicas, excesivo uso de tecnologías, enfermedades y duelos- han dejado secuelas. Nos encontramos saliendo de un quiebre profundo que produjo desadaptación tanto en los adultos como en los niños, niñas y jóvenes quienes además transitaron esta experiencia en importantes etapas de su desarrollo. Re-insertarse en una “normalidad” que todavía es más anormal e incierta que antes, es mucho más complejo de lo que parece. Se observan signos de alerta, suspicacia, preocupación, temores, reactividad y comportamientos erráticos.
Bajo esta mirada, se comprende mejor las causas de la problemática de convivencia y especialmente de agresividad que nos aquejan. A la fecha, la Superintendencia de Educación notifica que el 30% de las denuncias recibidas corresponden a violencia escolar, siendo un 22% más que el 2018-19 las referidas a maltrato físico y psicológico. El 2021, el Dpto. de Psiquiatría de la U. Chile publicó un estudio sobre los efectos de la cuarentena entre Play Group a 4° Básico, mostrando en los resultados alteraciones en el ánimo y sueño, cambios en el apetito, desadaptación de hábitos, irritabilidad, desobediencia. Similares son los reportes en estudios europeos, donde además de los trastornos somáticos, emocionales, mentales y conductuales, se refleja que el reingreso escolar post confinamiento, producto del cambio en los roles de los cuidadores los cuales en pandemia asumieron múltiples y totales funciones, así como como la ruptura y no vinculación con pares, mermó la autonomía y las competencias sociales.
La realidad de nuestro colegio no está ajena, los equipos psicoeducativos y profesores han detectado en aula, recreos y a través del uso de redes sociales dificultades, alteraciones y conflictos asociadas con inquietud motora, impulsividad, mayor frustración e ira, tendencia al aislamiento, juegos violentos, pocas estrategias para resolver conflictos, ansiedad social, menos autonomía, mayor necesidad de contención y derivaciones por problemáticas de salud mental.
El MINEDUC y el MINSAL amparados en orientaciones de la OMS, ONU y UNICEF nos entregan algunas indicaciones necesarias para trabajar como comunidad educativa. Al trabajo de la Ruta de Aprendizaje, en el plan General de Convivencia Escolar, se suman las acciones de educación emocional, formación de competencias para los tutores y educadores en el Programa de Bienestar y Autocuidado, Curso del Rol Tutor. Asimismo, específicamente se están generando intervenciones para esta contingencia con el objetivo de hacer educación y promoción del buen trato, apoyos en bienestar emocional y salud mental, que se irán dando a conocer a todos los estamentos de nuestra comunidad.
En este momentos, nos encontramos en una oportunidad, la cual es entrar en una etapa de reparación y reformulación, para que todos y cada uno de nosotros(as) seamos activos en nuestro con-vivir y nos transformarnos así en una comunidad que se relaciona con confianza, tolerancia, flexibilidad, esperanza, alegría, buen vivir.
Carolina Acuña J.
Directora Equipo Psicoeducativo
Colegios Mayor